Francia comenzará este año a despedir la cada vez menos usada telefonía fija, que deberá ser reemplazada por líneas digitales con conexión a internet.
En noviembre, Orange (histórico operador antes llamado France Telecom) dejará de comercializar las líneas tradicionales. Pero la fecha de corte no es inminente: será en 2023 cuando la antigua red comenzará a dejar de funcionar, ciudad por ciudad.
El gran cambio, que se produce a 139 años de la llegada del invento al país galo, apunta a la instalación de equipos que funcionan con datos de internet, bajo el sistema VoIP(voice over IP, voz sobre protocolo de Internet).
En lugar de usar el viejo enchufe en forma de T de la red telefónica conmutada, los clientes se acostumbrarán a la «caja», que suele proveer, además de navegación web, acceso a TV por cable.