¿Que pasará en la economía mundial si gana Donald Trump o Hillary Clinton?

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Las elecciones presidenciales estadounidenses son, definitivamente, el evento más anticipado del año. En esta entrega vamos a analizar como esto puede afectar a dinámica de la economía estadounidense y global. Alrededor de este certamen electoral, en términos de riesgos, existe una variedad de aspectos que deben considerarse, por ejemplo, ¿quién ganaría ?, en términos probabilísticos creemos que las posibilidades de que gane el candidato republicano, Donald Trump, son más altas que lo que la generalidad de los medios de comunicación han dicho en las últimas semanas. Se ha vuelto popular la conclusión de que las posibilidades de que gane el Sr. Trump son de 20% o incluso menos. Estas conclusiones no favorecen al Sr. Trump, sin embargo, pensamos que la incertidumbre real es mucho mayor, y que las acciones decisivas del mercado electoral serán fundamentales en esta semana final.

Elecciones en Estados Unidos.Independientemente de esto debemos de pensar en que sucede con el dólar estadounidense, y otras divisas dependiendo de cuales sean los resultados concretos para los dos candidatos. Por ejemplo, una victoria de Trump, como no es lo anticipado, significaría una mayor volatilidad general en los mercados. Esto representaría una relativa debilidad de dólar con relación al euro y al yen japonés. En ese mismo orden, el peso mexicano y el dólar canadiense pasarían a ser considerablemente más débiles con relación al dólar estadounidense debido a valoración que hacen los mercados sobre las promesas de proteccionismo económico que en diferentes debates presidenciales ha sostenido. Si Trump tendrá realmente la posibilidad o no de implementar estas políticas es una gran pregunta aún sin responder porque primero debería ser presidente, pero es uno de los factores fundamentales a considerar a medida que nos acercamos al día final, este 8 de noviembre.

Otro aspecto, a parte de la percepción de los mercados, que consideramos importante para los inversores son las implicaciones en el largo plazo. En términos reales, la Sra. Hillary Clinton, constituiría cambios menos drásticos sobre la actual estructura de políticas económicas en Estados Unidos. Hillary promueve un incremento del estímulo fiscal en comparación con lo que actualmente está haciendo la administración de Obama, sin embargo, las propuestas de Trump constituyen un estímulo fiscal aún más alto que las propuestas de Hillary, lo cual probablemente significaría tasas de crecimiento de la economía más altas y una probable tendencia de la Reserva Federal (FED) a subir las tasas de interés para mitigar cualquier riesgo inflacionario que ponga en peligro el crecimiento sostenido que actualmente tienen como objetivo para la economía de los Estados Unidos.

Un tercer elemento a tomar en cuenta es la política fiscal. Posiblemente los planes de reformas impositivas de Clinton sean inefectivos debido a su baja influencia en el congreso estadounidense, inefectivos en el sentido de que como la mayoría en la casa de representantes es republicana, la probabilidad de pasen sus reformas es relativamente baja. Pero es interesante a considerar es que esto no significa que Trump tenga mayor apoyo en el congreso, debido a que su figura ha dividido al partido republicano a la mitad y pensamos que la guerra interna en la que actualmente está el partido republicano se mantendrá independientemente del candidato que gane. La política fiscal de Trump consiste en una reducción de impuestos y en favorecer las actividades de las grandes corporaciones estadounidenses evitando, principalmente, la doble tasación de las empresas. Esto puede estimular a que las empresas repatrien sus reservas de capital hacia la economía estadounidense, lo cual se traduciría en una dinámica en el mercado de divisas que propiciaría el fortalecimiento del USD con relación a otras divisas por la profundidad que este flujo de capitales corporativos puede representar. Muy parecido a lo que se vivió en 2005 con la aprobación de la ley de inversión nacional estadounidense (Homeland Investment Act).

Finalmente, ¿Cómo sería la Reserva Federal (FED por sus siglas en inglés) en un gobierno Clinton y en un gobierno de Trump? Esta es un área vital de lo que sería la economía mundial independientemente del resultado de las elecciones. Una de las tendencias más importantes que hemos visto en el 2016 ha sido que la importancia de las políticas de los bancos centrales se ha disminuido en comparación a la importancia de las políticas fiscales de los gobiernos. Esto se debe al hecho de que las políticas exclusivamente monetarias que se han aplicado en las economías avanzadas, en la era post-crisis financiera, se han considerado como un fracaso dado su baja efectividad y pocos resultados concretos. Se espera que las decisiones de la Sra. Clinton estén acorde con el marco de objetivos que se han implementado durante la gestión de Janet Yellen en la FED. Bajo esta misma idea se entiende como posible que Clinton seleccione a Yellen para un segundo mandato. Si no lo hace, dentro del partido demócrata se ha comentado que el economista, Larry Summers, puede ser un posible remplazo. Summers ha sido una fuerte influencia en Washington desde la administración de Bill Clinton.

Por otro lado, tenemos a Donald Trump, quien implica un escenario completamente diferente. Ha sido explícitamente un Anti-Yellen, precisamente porque se ha mostrado en contra de la gradualidad con la que la administración Yellen ha manejado las políticas monetarias. Por esto es altamente probable que la remplace por un candidato que esté más propenso a colocar altas las tasas de interés desde que la oportunidad se le presente a mediados del 2017. Lo cual introduce aún más incertidumbre en la ecuación porque ahora mismo no se tiene el nombre de un posible candidato a gobernador de la FED en el partido republicano que podría estar inclinado a ese tipo de objetivos monetarios.

Tenemos dos escenarios sumamente diferentes entre los dos candidatos a la presidencia norteamericana y sus consecuencias para la economía de ese importante país. Ahora bien, ningún análisis de este tipo estaría verdaderamente completo sin considerar las consecuencias de la victoria de uno de estos dos candidatos para la economía mundial. Pero primero debemos comprender el fundamento diferenciador de los dos. Tanto las políticas económicas de Hillary Clinton como las de Donald Trump necesitan de un aumento de las tasas de interés para funcionar de manera correcta. Ahora bien, la velocidad a la que se produce ese aumento de tasas es el principal aspecto de relevancia para nuestro país. Mientras que Clinton promueve un lento y gradual aumento de las tasas de interés de la FED, Donald Trump necesita de un aumento más rápido. Si gana Donald Trump, por las características de su propuesta económica, los inversores y las grandes corporaciones tendrán incentivos para sacar sus capitales excedentes de los países extranjeros, sobre todo de los que poseen un riesgo país elevado, para colocarlos en instrumentos de inversión del mismo tipo, pero en la economía estadounidense y en economía avanzadas (Flight to Quality). Estos movimientos producirían altas volatilidades en los mercados financieros internacionales hasta que un nuevo equilibrio sea encontrado cuando se determinen cuales exactamente de las propuestas de Trump pueden ser implementadas. Mientras que si Hillary Clinton resulta como ganadora estaríamos hablando de unos niveles de volatilidad relativa menores, sin el flight to quatily intrínseco en el escenario contrario.

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