A continuación compartimos con ustedes un articulo del publicista y comunicador Heddel Cordero a propósito de una campaña publicitaria de la marca de Ron Macorix.
Hay una marca de ron que en su publicidad invita al mercado a consumirla como si se tratase de una cosa cualquiera. Dicha marca desarrolla su comunicación apelando a términos que la denigran. Su publicidad nos intenta motivar a consumir un producto porque se trata de “una vaina bien”, olvidando que una vaina es una cosa sin valor, una pendejada molestosa y otras connotaciones de significado muy pobre que según nuestro criterio desdicen del sitial de esa marca en el mercado.
Desde cualquier punto de vista que analicemos el concepto nos parece que trata de “una vaina incorrecta”.
El lenguaje de una comunicación publicitaria no tiene que ser denigrante para conectar con el target que persigue. Tampoco tiene que responder a expresiones que denotan insignificancia. La comunicación puede llegar al target deseado sin hacerle daño a la personalidad de la marca.
Un producto que hable con un lenguaje pobre es un producto que no se valora a sí mismo. Ningún consumidor ve bien que el producto que él prefiere se auto-desvalorice de esa manera. A nadie enorgullece ni prestigia que su marca favorita no se valore ella misma.
Lo mismo podríamos decir de esa apabullante presencia femenina que le resta protagonismo a la marca. Aunque sabemos que el recurso lo único que procura es llamar la atención y despertar instintos, nos luce que se le fue la mano porque aparenta mostrar un concurso de mujeres en bikini.
Ni hablar de las insinuaciones : luce como si estuviésemos asistiendo a una escena de sexo de una mala película.
La trivialidad es delicada cuando se trata de productos que ya tienen una personalidad madura en el mercado. Si deseaban ponerle algo de juventud al producto era preferible una extensión de marca que no lesionara la ya establecida y que tiene una valoración cualitativa importante en el mercado de los rones en el país.
Heddel Cordero
PD: A continuación les dejamos con el comercial en cuestión.
