Comenzó siendo una red social para compartir fotografías y ahora camina a convertirse en un escaparate virtual que conecte a usuarios y a empresas. Nos referimos a Instagram, la plataforma que acaba de superar los 600 millones de usuarios en todo el mundo. Se trata de un medio social que no deja de innovar: en la actualidad está probando en Estados Unidos un proyecto piloto con 20 pequeñas empresas para facilitar el proceso de venta de los productos que estas marcas exhiben en la plataforma.
¿En qué consiste este proyecto? Instagram, según ha detallado en su blog oficial, permite a estas empresas identificar los productos que muestran en cada fotografía a través de un cuadro de texto emergente. Así, cuando el usuario pulsa sobre el producto le aparece esta ventana de texto con información y con un enlace hacia el mismo.
Una vez que hace clic, el usuario tiene la oportunidad de conocer todos los detalles del producto seleccionado y formalizar la compra si así lo desea, sin la necesidad de salir de la aplicación. La red social fundada en 2010 está analizando los resultados de este proyecto junto a las empresas minoristas que están participando en él.
¿Está fórmula es económicamente interesante para ambas partes? La idea de Instagram es ofrecer a las compañías la opción de pagar un dinero por determinar a cambio de difundir sus publicaciones con productos comercializables a los usuarios de la plataforma que no sean sus seguidores. A cambio, estas marcas pueden llegar a sus potenciales clientes, vendiendo sus productos directamente, sin que Instagram se lleva ninguna comisión por cada transacción.
Fuente: www.trecebits.com
