Cientos de miles de turistas quedaron varados el lunes tras el colapso de la empresa de viajes más antigua del mundo Thomas Cook.
La liquidación marca el final de una compañía británica que comenzó en 1841 realizando excursiones en tren locales y creció para ser pionera de las vacaciones familiares en Europa, América, África y Medio Oriente. Hoteles, centros turísticos y aerolíneas para 19 millones de personas al año, actualmente cuenta con alrededor de 600,000 personas en el extranjero y necesitará la ayuda de gobiernos y compañías de seguros para llevarlos a casa desde lugares tan lejanos como Cancún, Cuba y Chipre.
La desaparición de Thomas Cook, anunciada en las primeras horas del lunes después de no lograr un acuerdo con los acreedores o un rescate del gobierno, despertó la alarma en los hoteles donde algunos clientes han pedido a sus clientes que paguen sus facturas nuevamente.“No voy a pagar mis vacaciones otra vez”, dijo David Midson de Inglaterra a Reuters, tratando de encontrar información en la recepción de un hotel en Roda, Corfú. “Desearía haber traído un permiso de conducir, porque no puedo tomar un taxi (al aeropuerto)”.
Además de sus 21,000 empleados, la caída de la compañía golpeó los sitios web de reservas mundiales, las compañías de tarjetas de crédito, las empresas de viajes que utilizan sus aerolíneas y las calles británicas, donde sus agentes de viajes se vieron obligados a cerrar. Turquía y Grecia también advirtieron que sus hoteleros sufrirían.
Thomas Cook se ha visto afectado por una pila de deudas de $ 2,1 mil millones, creada por una serie de tratos infortunados, que obstaculizaron su respuesta a los ágiles rivales en línea. Tuvo que vender tres millones de vacaciones al año solo para cubrir los pagos de intereses.Mientras luchaba por lanzarse a una nueva generación de turistas, la compañía se vio afectada por el intento de golpe de estado de 2016 en Turquía, uno de sus principales destinos, y la ola de calor de toda Europa en 2018 que disuadió a los clientes de ir al extranjero.
Había acordado un paquete de rescate de 900 millones de libras con sus bancos y el mayor accionista, Fosun de China, pero los prestamistas pidieron 200 millones de libras adicionales para mantenerlo operativo durante el invierno. En reuniones desesperadas celebradas durante el fin de semana, no logró asegurar más fondos, y el gobierno británico también rechazó un rescate, al considerar que no era una buena apuesta a largo plazo.
El primer ministro Boris Johnson se comprometió a llevar a los viajeros británicos varados a sus hogares, aumentando la presión sobre el gobierno justo cuando trata de negociar una retirada increíblemente complicada de la Unión Europea.
“Es una situación muy difícil y obviamente nuestros pensamientos están muy relacionados con los clientes de Thomas Cook”, dijo Johnson a los periodistas en un avión mientras se dirigía a la Asamblea General de la ONU en Nueva York. “Haremos nuestro mejor esfuerzo para llevarlos a casa.
“La Autoridad de Aviación Civil (CAA) del Reino Unido dijo que tenía una flota de aviones listos para llevar a casa a los más de 150,000 clientes británicos durante las próximas dos semanas.
Fuente: cnbc
