Luego de ser el epicentro de la crisis de los 90’s y evitar el endeudamiento desde entonces, los países asiáticos están volviendo a acumular deuda para financiar su crecimiento. En Malasia, se experimenta uno de los más intensos auges inmobiliarios del continente. La relación general entre las deudas públicas y privadas malayas con relación a su PIB han evolucionado de 133% en 2008 a 155% en 2012. Una tendencia similar se experimenta en China en donde la relación pasó de 153% en 2008 a 183% para 2012, aunque dicha cifra resulta engañosa, el sistema financiero chino posee una serie de instituciones que funcionan en paralelo y cuyos resultados no se colocan en los balances del gobierno.
Si se toma la deuda de estas la relación puede llegar al 200%, una de las más altas del mundo. La preocupación es que haya una generalizada cesación de pagos que generen inestabilidades macroeconómicas que tengan fuertes consecuencias no solo en el continente sino en todo el mundo. Un panorama similar al de EEUU en 2008.
