La 3ra revolución económica, la reconfiguración de las economías de mercado y de los rendimientos marginales.

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Hay una revolución silente en el mundo, una que se entremezcla en las luces de las más importantes ferias de mundo sin que nadie se percate de ella. La misma tiene posee el potencial de cambiar en mundo como le conocemos y arrojarnos en otra revolución industrial que retaría la imaginación de los sociólogos cuando intenten medir sus más profundas consecuencias. Las impresoras tridimensionales son la piedra angular de lo que será el nuevo esquema de fábrica en el mundo. Son grandes cubos, algunas del tamaño de un auto pequeño y otras del de un microondas, con vidrios en cada lado que dejan ver lo que fabrican en su interior, pueden crear placas de base para equipos digitales, micro moldes de soporte para próstesis de atletismo, paneles de instrumentos de diseños intrincados para autos hasta moldes para nanotubos de carbono.

Los orígenes de las impresoras tridimensionales se pueden rastrear hasta 1986 cuando Chuck Hull registró una patente que describía un sistema para crear objetos tridimencionales llamado Estérolitografía (stereolithography), que funcionaba usando un rayo de luz ultravioleta para solidificar una fina capa de líquido plástico y que repetía el proceso añadiendo más plástico hasta que capa por capa se forma un objeto sólido. Hoy día existen diferentes métodos de impresión tridimensional pero todos poseen la característica de que trabajan mediante ciclo repetitivo hasta que completan el objeto deseado, de aquí es de donde se desprende el tecnicismo de “Manofactura Aditiva”, así es como serán las fábricas en el futuro.

Si le pides a una fábrica común elaborar una pala de cemento que hayas diseñado te encontraras con que fabricarte una sola para ti costaría miles de pesos. La fábrica tendría que hacer un molde, fundir la cabeza, plegarla, troquelarla, empotrarla en un mango de madera y darle un finalizado de barniz de finalizado, cada proceso sería ligeramente adaptado a las necesidades de tu diseño. Hacer esto hace que las herramientas especializadas sean prohibitivamente costosas y solo asequibles si se produces miles de estas palas, debido al aprovechamiento de economías de escala. Para un printer tridimensional las economías de escala importan mucho menos, el costo de fabricar un objeto ó miles es exactamente el mismo (para ver una variación en el costo de se tendrían que producir millones de piezas), similar a una printer de inyección de tinta de papel en que imprimir texto de tres párrafos ó de nueve es exactamente el mismo.

La cultura del diseño, compartir y fabricación en casa

clip_image004Actualmente se está desarrollando toda una cultura alrededor de los printers tridimensionales. Makerbot (http://www.makerbot.com) es una de las más populares empresas desarrolladoras de printers, su modelo más popular, el Replicator 2, es una máquina de USD$2,200.00 con capacidad de modelar en acrílico un bloque de 30×15.3cm de volumen con un margen de error de 11 micrones. Cada relleno de material acrílico de impresión cuesta USD$48.00 con la disponibilidad de diferentes colores

Por otro lado también tenemos el The Form 1 de la mano de la empresa FormLabs (http://formlabs.com) . Este modelo se mantiene fiel al concepto de la estéreo litografía original sin embargo, posee sería ventajas que lo convierten modelo de última generación como su margen de error de 25 micrones al moldear y un costo en ronda los USD$2,600.00.

De igual forma también usuarios y diseñadores aficionados han creado redes sociales exclusivamente para compartir diseños e impresiones propias para que cualquier persona en el mundo las pueda tener y disfrutar en casa. Tal es el caso de thingiverse.com, que constituye la más importante red social de diseñadores amateurs de internet, en donde se pueden encontrar creaciones de moda, arte, piezas para gadgets y literalmente miles de piezas que se pueden imprimir y usar bajo licencias Creative Communs.

Una de las curiosidades más interesantes que se pueden encontrar en lugares como este, es que para los amantes de piezas Lego y otras marcas incompatibles por su formato, se pueden encontrar moldes que hacen los diferentes tipos de figuras compatibles entre sí, abriendo un universo de posibilidades antes nunca imaginado.

Limites imposibles, ahora posibles

clip_image010La Agencia Espacial Europea (ESA), anunció recientemente que está estudiando la posibilidad de cumplir su ambición de establecer una base lunar mediante la utilización de impresoras 3D D-Shape (de la empresa británica Monolite), que “impriman” las estructuras necesarias utilizando materiales disponibles en el satélite como el Regolito, y así reducir la cantidad de materiales que deben ser transportados desde la tierra. De igual forma es bien conocido el hecho de que la NASA está imprimiendo partes importantes de la estructura de sus cohetes.

clip_image012Las posibilidades actuales de impresión son muy amplias debido la capacidad de impresión virtualmente en cualquier material, solo limitados por los costos. Por ejemplo, el costo promedio del centímetro cúbico en acero es de USD$8.00 y cuando pasa de los 400 centímetros y baja a USD6.00. Hay factores especiales como la impresión en Oro que puede llegar a los USD$9.00 (dependiendo del tipo de oro) que está específicamente dedicado a las creaciones artísticas. El titanio, aluminio, magnesio, carbón y concreto son otras posibilidades además de materiales con capacidades biodegradables.

El relativo lado oscuro

Bajo el contexto anteriormente descrito solo debemos hacer un ejercicio lógico para determinar el impacto de esta tecnología. Es perfectamente factible que si compramos un Makerbot 2 podemos comprar un diseño de taza de café a un diseñador en Italia a través de thingiverse e imprimir la tasa en nuestras casa, una vez seamos dueños del archivo de diseño podemos imprimir tantas tazas de café como quiera cuando solo habré pagado por el diseño. Además, la habremos comprado alguien en italia sin costos de transporte, flates, empaques y mucho mejor, sin tiempo de espera. No hay que ser un doctorado en economía para saber que hay países en mundo que viven de fabricar cosas a otros, por ejemplo, China. Sin embargo, la fabricación aditiva posee beneficios que disparan directamente hacia la estructura del sistema económico mundial haciendo que ya no sea atractivo para una empresa como Adidas fabricar sus tennis en Taiwan porque ahora pueden “imprimirlos” en Alemania (su país de origen) ahorrándose el costo de transporte, toda la cadena de abastecimiento que ello implica, y por supuesto el tiempo, sin contar con las ventajas que resultan de diseñar y fabricar en el mismo lugar. Estamos planteando que los países del G8 tendrían en sus manos el monopolio de comercio mundial forzando cambios de magnitudes incalculables en el actual esquema económico de empresas de transporte y países de fabricación.

clip_image014 Además hay radicalizaciones aún más extremas cuando se analizan iniciativas como Defense Distributed (defensedistributed.com), que busca diseñar y lograr imprimir un arma completamente funcional, cosa que lograron realizar cuando diseñaron el Low Reciever (pieza que saca las balas de un fúsil, las coloca en la cámara de disparo y gatilla el mecanismo disparador) de un fusil AR-15, logrando disparar seis balas reales antes de que la pieza se rompa. Hoy día cualquiera puede tener su propio AR-15 funcional. Si hubiesen tenido alcance a impresión de metal de alta precisión hubiesen tenido la posibilidad de disparar un cartucho entero.

El impacto total que tendrá la fabricación aditiva y que estándares de la misma llegarán al público de manera masiva son variables cuyas incógnitas solo serán resueltas por el tiempo sin embargo, es evidente que países con economías emergentes como la República Dominicana deberán de abandonar el actual esquema económico y competir con los grandes a base del desarrollo de sus propias tecnologías y productos de para el mercado mundial.

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