Disney+ podría perder millones de suscriptores tras perder los derechos digitales de la liga de críquet en India

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Disney ha sufrido un duro revés esta semana al no conseguir asegurar la totalidad de los derechos de la Indian Cricket Premier League para los próximos cinco años. La pérdida de los derechos digitales es particularmente importante, ya que pone en peligro la que hasta ahora ha sido una de las principales vías de crecimiento de la compañía. 

Según la última declaración trimestral de resultados, gran parte del aumento de suscriptores lo había impulsado el bundle de Disney+ con la india Hotstar, que en la actualidad representa aproximadamente un tercio del total de clientes de la plataforma. Es aquí donde el críquet cumplía un papel fundamental, ya que el atractivo del paquete era, precisamente, que tenía los derechos digitales de la liga nacional de este deporte.

Esta circunstancia no ha pasado inadvertida para los analistas de mercado. Muchos aseguran que muy probablemente obligará a Disney a efectuar una corrección a la baja de sus proyecciones de crecimiento para 2024, fijados en 230-260 millones de clientes en todo el mundo.  

Durante años, Wall Street ha utilizado las cifras de suscriptores como principal indicador para medir la salud de las compañías de SVOD. De ahí que las compañías que capitanearon la Streaming Wars usasen todas las tácticas a su alcance para conseguir escalar su negocio rápidamente.

En este contexto se entiende por qué para Disney India se convirtió en territorio clave y el críquet en su principal instrumento de captación. 

Dentro de las propiedades a las que Disney tuvo acceso con la compra de Fox se encontraba Star India, un conglomerado mediático con un amplio porfolio (en el que se incluye el servicio de streaming Hotstar) y acceso a una red potencial de 750 millones de espectadores semanales.  

Siendo el críquet el deporte nacional, no extrañó a nadie que The Walt Disney Company invirtiese 2.500 millones en asegurar los derechos retransmisión (tanto televisivos como de Internet) por un período de cinco años (de 2017 a 2022) para construir su expansión en dicho territorio sobre bases sólidas. La jugada les salió bien, ya que en la actualidad 50 millones de sus suscriptores se encuentran en dicho país, en su mayoría a través del citado paquete low cost de Disney+ con Hotstar.

El acuerdo vencía este mismo año y, durante la negociación para renovarlo, la cosa se complicó. La liga de críquet decidió escindir los derechos en función de la tecnología de transmisión (televisión/online), lo que desató una puja de tales proporciones que obligó a muchos de los participantes a retirarse (entre ellos, titanes como Amazon o Apple). 

Disney, a través de la filial Star India, consiguió asegurar los derechos televisivos “tradicionales”, que podrá emitir a través de alguno de los cerca de 70 canales que tiene en India. Sin embargo, su oferta por los derechos de streaming fue superada por la de Viacom 18, que pagó 2.600 millones.

Varios motivos ayudan a comprender por qué una compañía como Disney, habituada a grandes inversiones para asegurar derechos sobre propiedades clave, ha desistido de la subasta a pesar de los riesgos que esto entraña en términos de pérdida de clientes. En primer lugar, por la magnitud de la cifra que necesitaban poner sobre la mesa, teniendo en cuenta de que solo garantizaba una cesión temporal de derechos y no una adquisición a perpetuidad. 

Además, aunque el críquet ha sido el principal catalizador del crecimiento de Disney+ en este territorio y los clientes quedan bien en la cuenta de resultados, la realidad es que no les están proporcionando suficiente retorno. El ARPU, esto es, el beneficio que genera cada suscriptor de Disney+ a través de HotStar India es paupérrimo (unos 61 centavos). 

La compañía es perfectamente consciente de que Wall Street está empezando a cuestionar el crecimiento deficitario, algo que ellos mismos están experimentando (su negocio over the top de The Walt Disney Company creció el último trimestre, pero pierde dinero). 

Ahora bien, la jugada es arriesgada. Un retroceso severo en la cifra de clientes sería la guinda en un pastel tan amargo como el que saboreó Netflix hace unos meses.

En febrero de este año, cuando empezaron a saltar las alarmas sobre los derechos de la liga de críquet en India, el CEO de Disney se mostró optimista. Chapek aseguró entonces que una eventual pérdida que esa pérdida no les haría mella siempre y cuando fuesen capaces de ofrecer al consumidor de dicho país algo que le interesase de verdad.

Pero la realidad es que hay motivos para preocuparse. Según la consultora Media Partners Asia, la pérdida de los derechos del críquet podrían suponer una caída de 20 millones de suscriptores para Disney+. 

A esto hay que sumarle la expansión del servicio a 42 países iniciada a este mes, entre los que se incluyen varios territorios de Europa del Este en los que la adopción no se producirá de manera tan fluida dada la difícil situación desencadenada por la guerra de Ucrania.Saturación de mercado, apalancamiento pospandémico del consumo, inflación, conflictos bélicos… El de Disney es un nuevo ejemplo de lo revuelto que está el sector del streaming, vapuleado por un montón de variables capaces de alterar las proyecciones en un abrir y cerrar de ojos.

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